Blakberry Storm, el primer Blackberry que prescinde del telado y apuesta por una única pantalla táctil. El terminal está creado por deseo de Verizon, uno de los operadores de EE.UU., y lleva en los laboratorios desde el año 2007.
Storm se ha creado alrededor de una idea excelente, la de una pantalla táctil que a la vez se puede pulsar como un botón. Separar el teclado de un teléfono Blackberry es casi como tratar de separar un coche de las ruedas y pretender que se mueva. Blackberry vive por y para la mensajería y el teclado lo es todo. Pasar a un terminal que es exclusivamente pantalla puso las cosas difíciles a los ingenieros de la compañía canadiense. Un teclado por software, como el del iPhone o las agendas PocketPC, es mucho más incómodo y en ocasiones menos preciso. La pantalla de Storm muestra las teclas como en estos otros teléfonos pero al poner el dedo encima no pasa nada. Hay que pulsar físicamente la pantalla para introducir los caracteres.
La idea funciona pero requiere cierto aprendizaje. Mover el dedo, presionar ligeramente o pulsar físicamente la pantalla producen diferentes efectos según el programa en el que se esté y en ocasiones es un poco confuso. Nada que no arreglen unas pocas horas de uso. Quienes creen que el teclado físico QWERTY en el teléfono es la prueba definitiva de que existe una divinidad que ama al ser humano seguirán teniendo problemas para aceptar Storm, pero creo que es un compromiso bastante sensato para quienes quieren un teléfono con pantalla XXL y necesitan que sea Blackberry por motivos laborales o por gusto personal.
Al sistema operativo todavía le faltan unos retoques. Los menús respondían de forma irregular, las aplicaciones multimedia —fotos, vídeo- eran algo lentas y en general la navegción web sigue siendo algo que, en mi opinión, el iPhone resuelve mejor. A cambio el cliente de correo electrónico está a años luz del teléfono de Apple, pero esto es de esperar porque si algo saben en Blackberry es de estas cosas. En cualquier caso, es injusto hacer la comparativa hasta que el modelo definitivo no esté en la calle porque, como digo, aún están maquillando el software.
No tiene WiFi, lo cual es un problema serio. En Blackberry lo justifican por la cantidad de radios presentes en el interior. Storm tiene soporte 3G, GPS, Bluetooth y también todos los chips de comunicación de CDMA —el estándar de Verizon-. En lugar de hacer una Storm para mercados GSM y otra para merados CDMA, Blackberry ha usado una única placa base compartida por todos los mercados. Con este sistema, me aseguran, no queda sitio para un chip de radio para WiFi y los usuarios de Blackberry generalmente disfrutan de tarifas planas de datos y por tanto no debería ser un problema muy grave. A mi me suena más a excusa que a razón pero lo cierto es que en la circuitería del Sorm no queda sitio ni para una resistencia y la batería ocupa buena parte del interior.
Esta Blackberry inaugurará la tienda de aplicaciones online accesible desde el propio teléfono —similar a la de iTunes o la del nuevo teléfono de Google-. La tienda dependerá de Vodafone, que también venderá música y tendrá en catálogo aplicaciones gratuitas —aunque cada proyecto se negocia de forma independiente, desde la operadora dicen que lo habitual es que ellos se queden con el 30% del precio de venta, como ocurre en iTunes, y el resto vaya a los desarrolladores-. El teléfono incluye un modo "compatibilidad" para poder utilizar las aplicaciones creadas para Blackberries con teclado y bola de control.
En general Storm es un cambio muy interesante en el mundo Blackberry que podría traer nuevos usuarios, aunque creo que seducirá sobre todo a quienes ya conocen las ventajas de estos teléfonos y necesitan usarlos por motivos profesionales. Para muchos la Blackberry Bold seguirá siendo una propuesta interesante por el teclado físico y el WiFi, pero Storm tiene potencial y llama la atención por su forma peculiar de unir el mundo del teclado físico y la pantalla táctil.
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